Arranca un nuevo curso del taller “Teatro para el buen trato”
Un año más, con la llegada del mes de octubre, se ha inaugurado un nuevo curso del taller “Teatro para el buen trato”, programado dentro de las actividades de la […]
Un año más, con la llegada del mes de octubre, se ha inaugurado un nuevo curso del taller “Teatro para el buen trato”, programado dentro de las actividades de la Concejalía de Igualdad del Ayuntamiento de Arganda del Rey. Fruto de este taller es el grupo de teatro “Femenino Plural”, constituido por 25 mujeres de diferentes edades. La concejala de Igualdad, Ana María Sabugo, visitó a las componentes del grupo durante su ensayo del lunes para animarlas a continuar con su excelente trabajo.
Las mujeres participantes asisten a una sesión semanal de ensayo de tres horas de duración, que en periodos previos a las representaciones teatrales, se amplía en otras dos sesiones más para cubrir las necesidades de preparación de las obras a representar. Su esfuerzo se visibiliza y se transmite a través de las representaciones teatrales que ofrecen al municipio en diferentes fechas, contribuyendo a la sensibilización y cambio de mentalidad favorable a la igualdad entre mujeres y hombres.
A lo largo del curso se realizan dos representaciones teatrales, como mínimo, coincidiendo con las jornadas del 8 de marzo “Día Internacional de la Mujer” y 25 de noviembre “Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres”. El grupo de teatro participa también en otros eventos y programaciones culturales del municipio y de otras localidades. El próximo 25 de noviembre se podrá disfrutar de nuevo de su montaje teatral “A fuego lento…”, obra estrenada el pasado mes de marzo y que surge del trabajo gestado en el laboratorio de teatro, donde lo invisible se hace visible, un espacio vivo y creativo abierto a todas las mujeres.
Este proyecto tiene otros objetivos, además de los montajes teatrales. A lo largo de las diferentes sesiones se realiza un trabajo de análisis y reflexión sobre las desigualdades estructurales de género, que se concretan en discriminaciones, prejuicios y estereotipos que dificultan el desarrollo personal y profesional de las mujeres y, por consiguiente, de toda la sociedad. Todas estas manifestaciones son construcciones culturales que operan para apuntalar y sostener la desigualdad, pero que son aprendidas y, por lo tanto, pueden cambiarse.
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